DEPARTAMENTO DE PASTORAL

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viernes, 22 de marzo de 2013

FELIZ SEMANA SANTA Y PASCUA DEL SEÑOR


Meditación – Oración comunitaria: LA FE: Un regalo de Dios

Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que recibe y al que da.

Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.

Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.

Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar.

Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

Oración Final: Recibe, Señor

Recibe, Señor, nuestros miedos y transfórmalos en confianza.

Recibe, Señor, nuestro sufrimiento y transfórmalo en crecimiento.

Recibe, Señor, nuestro silencio y transfórmalo en adoración.

Recibe, Señor, nuestras crisis y transfórmalas en madurez.

Recibe, Señor, nuestras lágrimas y transfórmalas en plegaria.

Recibe, Señor, nuestra ira y transfórmala en intimidad.

Recibe, Señor, nuestro desánimo y transfórmalo en fe.

Recibe, Señor, nuestra soledad y transfórmala en contemplación.

Recibe, Señor, nuestras amarguras y transfórmalas en paz del alma.

Recibe, Señor, nuestra espera y transfórmala en esperanza.

Recibe, Señor, nuestra muerte y transfórmala en resurrección.

Amén.

AUMÉNTANOS LA FE

Para que disminuya nuestro egoísmo y crezca nuestra disponibilidad

Para que se agigante nuestra confianza y se achique nuestra incredulidad

Para que suba el termómetro de nuestra oración y se debilite nuestro olvido de Ti

AUMÉNTANOS LA FE

Para que la esperemos como un regalo y no como algo viejo y caduco

Para que la vivamos con entusiasmo y no como lección aprendida

Para que se robustezca nuestro interior y desaparezca nuestro orgullo

AUMÉNTANOS LA FE

Porque queremos ser tus testigos

Porque tememos perderte

Porque a nuestro lado surgen dificultades

Porque no siempre vemos todo claro

Porque seguirte es exigente

Porque amarte es negarnos a nosotros mismos

Porque queremos verte, sin necesidad de verte

Porque queremos que nos ilumines para no perderte

AUMÉNTANOS LA FE

Y, si ves que aumentamos en otras cosas,

haz, Señor, que Tú seas más importante que la suma de todas ellas juntas.

Amén.

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